Que puedas opinar no significa que tu opinión importe

Cuando comencé a crear contenido sabía que habría momentos en que recibiría comentarios y mensajes desagradables. Al fin y al cabo cuando subes un video a YouTube dejas de tener control sobre quién lo ve y en gran medida ¿acaso no es eso lo que buscamos, que lo vea cuanta más gente mejor?

Aunque la mayoría de la gente utiliza el término hater para cualquier persona que deja un comentario desagradable para el creador, lo cierto es que yo veo diferentes tipos de perfiles.

Crítica destructiva

El Hater

Por una parte tenemos al hater, una persona que odia por odiar, que se entretiene e incluso encuentra cierto disfrute en dejar un comentario desagradable al tweet de un personaje conocido, en un comentario de un video con muchas visitas o en un post de Instagram. El hater va a odiar, es su naturaleza y tampoco hay que prestarle atención porque aunque suele buscar camuflarse entre cientos o miles de comentarios, si su obra se hace viral sentirá que ha conseguido una victoria. A los haters se les bloquea porque solo aportan toxicidad a la comunidad.

El desubicado

Lo creáis o no, hay personas que están muy perdidas, llegan a tu contenido de casualidad y sin conocerte de nada o casi nada se atreven a hacer un juicio de valor sobre lo que has explicado, expuesto o argumentado. Este tipo de personas suelen quedar retratadas sin que nadie tenga que intervenir. Yo no suelo responder porque sé que no merece la pena, al fin y al cabo igual que vino se irá y no volverá a dejar comentarios. Sin embargo a veces me doy el lujo de contestarle para que se de cuenta de que ha hecho el ridículo y no sabe de lo que habla. En ocasiones me pilla en un mal día y termino con un “desubicado”.

El faltón poco tolerante

Hay gente que no acepta la idiosincracia de los demás pueblos, sus miras son tan cortas que la diversidad le abruma. Sé bien de lo que hablo. En mi canal he recibido muchísimos comentarios de personas que se mofan de cómo pronuncio la palabra flash. Os podéis imaginar la cantidad de veces que la digo teniendo un canal de iluminación fotográfica… En Canarias La «s» se pronuncia como «h» aspirada al final de cada palabra o ante consonante: «Lah mohcah» en vez de «las moscas». Alguna vez dejé una explicación similar en respuesta, después me di cuenta de que estas personas no estaban interesadas en aumentar su conocimiento, solo querían hacerse notar. Bloqueados y a otra cosa.

El decepcionado

Este es un caso muy curioso, un día recibes un comentario que dice: “llevo tiempo siguiéndote y no solamente aquí pero después de lo que has dicho en este video me he decepcionado” Después de esta intro con tintes dramáticos viene la queja: “se nota que estás intentando vender un curso… qué feo hacer una publicidad… como se nota que es un video patrocinado…”

De este tipo de personajes me alucina lo poco que entienden del mundo que les rodea. ¿Acaso no estoy en mi derecho de hacer un contenido que me reporte beneficios en mi canal gratuito de YouTube, en mi Instagram gratuito, en mi blog? Estas mismas personas después ven la tele y se comen 12 minutos por hora de anuncios directos y cientos de anuncios encubiertos en cada programa que ve sin que le importe. Son los mismos que jamás pagan la suscripción de ningún periódico digital porque la información según ellos debería ser gratis pero se molestan si después en el post hay publicidad o alguien lo ha patrocinado. Los que lo quieren todo a cambio de nada.

Suelen acabar dando a entender que ya no verán más de tu contenido porque se han llevado la decepción de su vida. Yo suelo contestarles porque no me gusta dejar ese comentario sin réplica, porque estoy en mi derecho ya que es mi canal y porque no me gusta borrar comentarios que están escritos con cierta educación. Además a diferencia de el faltón poco tolerante yo si acepto las críticas.

El cobarde

Aunque te parezca alucinante hay personas que crean cuentas falsas para poder ponerte a parir sin que puedas ver su nombre real y su fotografía de perfil. Esto, que parecía algo del pasado, está muy presente. Para mi, este tipo de personas no merecen ningún tipo de respeto. Básicamente porque ni siquiera se respetan a sí mismas. Si tienes algo que decir, al menos ten la decencia de decirlo a la cara. No podría decir cuál de todos estos personajes es peor, pero si puedo deciros que el que más asco me da es el cobarde.

Crítica constructiva

La crítica constructiva existe y es muy útil para el creador o la creadora de contenido. Necesitamos saber cuándo lo hacemos bien y cuándo lo hacemos regular o mal. Nadie que se exponga continuamente está libre de cometer errores. Es normal de hecho que nos ocurra. A veces nos damos cuenta nosotros mismos y otras veces nos viene bien recibir un comentario, un mensaje o un whatsapp de alguien que te diga: oye, te has patinado aquí.

Sin ir más lejos ayer mismo escuché a un fotógrafo expresarse en términos incorrectos sobre la profundidad de campo. Estuve valorando enviarle un mensaje de la forma más amable y respetuosa posible para que no le vuelva a ocurrir porque creo que a mi me gustaría que me lo enviaran. Es más, una vez hablé de bokeh en términos incorrectos y un fotógrafo me envío un mensaje que me ayudó a no volver a cometer el error. No antes sin mostrar cierta resistencia por mi parte, algo que es natural del ser humano cuando alguien le hace una crítica.

Para poder aceptar críticas debes estar en un nivel superior a la media. Por defecto no aceptaremos crítica alguna, pondremos cara de que estamos escuchando pero no será una información que creamos que nos puede beneficiar. Solo tras reflexionar y tomarnos un tiempo podremos asimilar la crítica y aprovecharla para mejorar.

Con el tiempo me he dado cuenta de que estoy más abierto a las críticas constructivas, sé que me dolerán pero también sé que me vendrán bien para seguir evolucionando.

Edu López

Fotógrafo, creador de contenido Youtube, formador en Patreon.

https://www.estudiolumina.com
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